La actriz debió vivir un momento realmente horrible.
Mila Kunis puede presumir a día de hoy no solo de una sólida trayectoria en el mundo de la interpretación, sino también de haber formado una familia feliz junto a su marido Ashton Kutcher, por lo que ahora se permite echar la vista atrás unos instantes para reflexionar sobre aquellos inicios profesionales en los que tuvo que luchar muy duro para no dejar que fueran otros los que tomaran decisiones fundamentales de cara a su carrera.
«‘No volverás a trabajar en esta ciudad, te lo advierto’. Es verdad que suena a cliché, pero también es lo que me dijo un productor cuando me negué a posar semidesnunda para la portada de una revista de temática masculina y así promocionar una película que había hecho. Era joven, pero ya tenía muy claro que no iba a volver a caer en esa trampa que asocia sexualidad con éxito», revela la artista en una carta abierta para el portal aplus.com, antes de explicar cómo su negativa le sirvió para ganar credibilidad ante la industria.
«Es cierto que me sentí cosificada, humillada e indignada, pero al mismo tiempo orgullosa de haber dicho que no. ¿Y saben qué? El mundo no se acabó, la película acabó recaudando mucho dinero y sí, volví a tener oportunidades profesionales en esa ciudad concreta, bastantes, además», escribe en el citado artículo.
Ahora que está concentrada en sus labores maternales y tomándose un merecido descanso de la escena cinematográfica, Mila Kunis se ha propuesto demostrar a las nuevas generaciones de artistas que no deben permitir que se las manipule y se juegue con su dignidad bajo la mera excusa de que es «necesario» sacrificarse para triunfar, ya que ella misma hace uso de su experiencia personal para desmontar esas teorías y, de paso, para tratar de cambiar los paradigmas que todavía imperan en Hollywood.
«Desde hace mucho tiempo, nos han condicionado de tal forma que nos han hecho creer que si hablamos claro y reclamamos nuestros derechos, nuestra forma de vida se verá amenazada. A lo largo de mi carrera, ha habido momentos en los que he sido ignorada, insultada, menospreciada a nivel creativo y en los que también me han pagado menos solo por ser mujer. Siempre he tratado de dar a la gente el beneficio de la duda, pensando que quizás sabían más que yo, que tenían más experiencia, y que yo no acababa de entender cómo funciona el mundo. Pero no, estoy harta de tener que ser yo la que ceda, a partir de ahora expresaré mi opinión, me mantendré firme en mis posiciones y haré todo cuanto esté en mi mano para educar a los que vienen detrás. Quiero ayudar a crear un nuevo entorno donde haya más respeto», concluye el texto de la intérprete.
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